Al ser Mamá y en estos seis años y medio que tengo trabajando en el taller con muchas mamitas he podido dar cuenta que el mundo en el que vivimos nos hace dejar de escuchar esa voz interna que tenemos TODAS las mujeres y que nos dice perfectamente Como criar a nuestros hijos aunque jamás hayamos sido Mamás o leído un libro sobre como educar y criar a un niño… Esa voz en nuestro instinto y desgraciadamente hemos permitido que los consejos de otras personas así sean amigos, familiares o inclusive personas que trabajan en el sector Medico puedan aportar y opinar sobre como debemos cada una de nosotras hacer las cosas con nuestros hijos…
Yo, cada vez que veo una mujer que se empodera, que se vuelve a escuchar a ella misma, a creer en su capacidad de alimentar a un bebé, de darle todo el amor de la forma que le marca su corazón y no la opinión de alguien más, he visto resultados hermosos en la crianza de ese niño… El trabajo de ser mamas va a llenar gran parte de sus vidas y la única forma de estar realmente satisfecho es considerarlo un gran trabajo! Dar vida, criar no lo hace cualquiera!!
Estás en el hospital con tu bebito recién nacido, cuando la lluvia de sugerencias y opiniones comienza: familiares, amigos, personal médico, todos parecen tener una opinión sobre cuál es la mejor forma de criar a tu pequeñito. Tú te sientes abrumada ¿a quién escuchas? Tu mamá te crió, tu suegra crió a tu pareja, tus amigas tienen ya experiencia y los doctores son expertos. Tu bebé empieza a llorar y la enfermera te asegura que tiene hambre y necesita leche de fórmula porque no te ha bajado la leche. Tu mamá dice que ella sabe justo como cargar a los bebés y tu amiga que te lo pongas al pecho. De nuevo ¿a quién le haces caso? Tú solo sabes que escuchar a tu bebé llorar te genera una enorme angustia y estás dispuesta a hacer lo que sea para que esté tranquilo.
Llegas a casa y las opiniones se multiplican. Tu cabeza se llena de consejos bien intencionados pero que muchas veces carecen de fundamento: “si lo cargas mucho se puede embracilar”, “tu bebé te toma la medida”, “llorar es bueno para sus pulmones”, “si no aprende a dormir de bebé no van a dormir nunca”, “darle cereal hace que duerma mejor”, entre miles de otras sugerencias. La imagen idílica de la mamá contemplando a su angelito dormido en sus brazos va desapareciendo y es remplazada por la de una mamá que cuando escucha a su bebé llorar se siente ahogada en teorías e hipótesis: “¿lo estaré llenando?”, “¿ya se habrá mal acostumbrado?”, “¿tendrá reflujo?”, “¿le haré una limpia?”.
El miedo silencia a la voz más importante, a la opinión más sabia, a aquella que posee la sabiduría milenaria que ha permitido que sigamos existiendo generación tras generación: tu instinto maternal.Tomar decisiones es muy difícil y a casi nadie nos enseñan a decidir. Por tanto es difícil que confiemos en si hacemos lo correcto.
- Cuídate a ti misma. Medita, haz yoga, come bien, duerme siestas, deja los platos sucios para el día siguiente. El estrés y el cansancio pueden esconder tu sabiduría interior.
- Recuerda que en la maternidad, ninguna decisión, ni acción aisladas son definitivas, ni determinantes. Es válido cuestionarte y aprender de tus errores.
- Para realmente escuchar tu sabiduría interna, cuando escuches a tu bebé llorar, pausa unos segundos, respira y recuérdate que tú eres la experta. Acércate y observa las señales que te da su cuerpo, silenciando por un momento teorías y consejos.
- Regálate a ti y a tu bebé el estar presente cuando interactúas con él. Deja a un lado dispositivos móviles y listas de pendientes; en lugar de eso: observa, escucha, toca y siente. El instinto se despierta a partir de la conexión mamá-bebé.
- Busca una red de apoyo de personas con ideas de crianza similares a las tuyas. Recuerda que hoy en día no es necesario limitarte a tu círculo inmediato. Si, por ejemplo, a ti te hace sentido el colecho y no recibes apoyo en tu entorno inmediato, busca redes sociales o grupos de apoyo con los que te identifiques.
- Elige cuidadosamente los libros, personas y sitos en los que confías. En momentos de tranquilidad, pregúntate qué te hacen SENTIR las ideas postuladas. Si te hace sentir incómoda la idea de escuchar llorar a tu bebé sin atenderlo, escucha a ese sentir.
La confianza en Ti misma y la capacidad para escuchar tu instinto Materno son tu mejor arma, apóyate en ellas para la crianza de Tu bebé!!!
Informacion de apoyo “La Bebeteca“