Algún tiempo atrás, en una sesión de taller mientras yo hablaba vi a lo lejos una de las mamás que asisten sentada en una silla con sus manitas recargadas sobre su bebé que se encontraba completamente dormido perfectamente acomodado dentro de un fular… La imagen era como si esta mamá estuviera aún embarazada, me sorprendió tanto el ver tan claramente como el sistema de porteo es la continuación total del bebé que estaba cómodo, cálido y completamente amado en la pancita de su mamá pero ahora en su nuevo mundo; fuera de ése lugar que estuvo nueve meses sintiéndose tan seguro, para el bebé estar cerca de la madre constantemente no es un capricho, sino una necesidad. Necesita tener contacto permanente, ser alimentado a demanda, sentirse protegido, ser arrullado para dormirse…
Esta cercanía tiene muchos beneficios, no solo para el bebé, también para la unidad familiar. Facilita el manejo al cuidador del bebé, reduce los llantos, facilita la alimentación, y la solidez emocional en casa, solo por nombrar algunos.Los bebés que son llevados se benefician teniendo una frecuencia cardiaca más estable, una respiración más regular (75 por cierto menos episodios de apnea) , periodos de sueño más largos, se reduce el estrés por llantos innecesarios, decrecen los episodios de llantos, el sistema inmune es más sano gracias a la exposición continua hacia sus padres y unos niveles de saturación de oxigeno mas altos, tienen mayor rapidez de ganancia de peso, mayor desarrollo del cerebro del bebé, más posibilidades de una lactancia exitosa, periodos más largos de alerta, y facilidad en la autorregulación de la temperatura corporal.
La importancia de la posición correcta del bebé
Cuando nace el bebé, muchas veces su cadera aún está “inmadura”. No es algo preocupante, sino muy natural. Por suerte hay muchas cosas que podemos hacer para estabilizar e incluso corregir la cadera en casos leves de displasia (articulación de la cadera demasiado “plana”, la cabeza del fémur no encaja bien).
El bebé sano tiene un bloqueo de estiramiento de pierna. En esta fase de desarrollo temprano su cuerpo es tan sabio como para instintivamente evitar lo que le puede causar daño: estirar las piernas y la columna. Debemos respetar su forma natural y no estirarlo más de la cuenta, como sucede cuando lo tumbamos boca abajo, o llevándolo en mochilas convencionales que no le permiten al bebé mantener las piernas dobladas.
Durante el embarazo el feto tiene las piernas dobladas en un ángulo de más de 90º ¡Esta posición es altamente beneficiosa para el desarrollo de la cadera! El estiramiento de las piernas tiene que suceder paulatinamente, conforme con el desarrollo físico del bebé y completarse cuando el niño se pone de pie sólo. Si se fuerza este estiramiento antes, podemos provocar que la cabeza del fémur empuje hacía arriba hasta llegar, en casos más extremos, a la luxación de cadera o a molestias dolorosas (artrosis) en la edad adulta. Las articulaciones del bebé son todavía cartilaginosas, o sea se puede incidir positivamente o negativamente sobre ellos.
La posición idónea del bebé para estabilizar la cadera es la siguiente: La cadera y la rodilla doblada de más de 90º, y las piernas abiertas entre 90º y 140º y la espalda redondeada (posición fetal) bien apoyada. En un foulard porta-bebé el niño se encuentra en la posición descrita. (Extraído de un artículo de la revista “Eltern”, Alemania, 11/2001 asesorado por Dr. Fritz Uwe Niethard, Clínica Universitaria de Ortopedia, Aachen)
Los fulares portabebés son óptimos para el confort del bebé y su porteador, puesto que se adaptan perfectamente a ambos cuerpos; a diferencia de la mayoría de portabebés prefabricados, con anclajes y piezas duras, que rápidamente dejan de ser confortables y no duran toda la primera infancia, a diferencia del caso del fular.
En la mayoría de los portabebés más comerciales, el bebé raramente puede adoptar la posición “ranita” correcta, que es tan importante para su espalda (con las piernas elevadas al menos 90º, con una separación lateral de 45º respecto al eje del cuerpo). La mayoría de los bebés están -en el mejor de los casos- sentados o -en el peor- colgados de sus genitales, la espalda de éstos no está bien sujeta -no puede curvarse-, el bebé se hunde y puede dañarse.
No es raro ver a los bebés de cara al mundo, mientras sus espaldas no están sujetas en posición ergonómica, sufriendo constantes golpes a cada paso del porteador. A esta mala posición se añade la sobreestimulación permanente, a la que el bebé está expuesto sin posibilidad de refugio.
El llevarlos en fular favorece y acompaña el buen desarrollo de la columna vertebral y previene eficazmente la displasia de cadera, en lugar de perturbar el crecimiento ideal de la columna y las cadera por posturas y prácticas no adaptadas a su desarrollo fisiológico, como ocurre cuando el bebé está sentado o acostado con la espalda recta.
LACTANCIA Y VENTAJAS DEL USO DE PORTABEBES
Después de pasar más de 9 meses en el vientre materno, acurrucado, escuchando la voz y los latidos del corazón de su madre, sintiendo el calor de su cuerpo, siendo balanceado suavemente al ritmo de sus pasos, los portabebés permiten al bebé continuar con esas sensaciones al ir pegado al cuerpo de la madre o el padre. El uso de portabebés durante la lactancia tiene muchas ventajas.
Atendiendo la necesidad de contacto
Al nacer, poner a nuestro bebé piel con piel es la forma más natural y mejor de recibirle. Allí, sobre nuestro cuerpo desnudo, se sentirá protegido, seguro y bienvenido. Si extendemos el piel con piel más allá de las primeras horas de vida del bebé ayudados con el uso de un portabebés, estaremos prolongando todo el tiempo que deseemos esas sensaciones placenteras que el bebé tenía en el útero: el bebé seguirá meciéndose igual que lo hacía en el vientre materno con el deambular de mamá, mientras oye nuestros latidos, el sonido que mejor reconoce, la banda sonora de su corta vida.
La necesidad de contacto humano en el hombre es ancestral; ya desde tiempos remotos las madres llevaban en brazos a sus hijos porque así, instintivamente, calmaban su llanto y les protegían de los peligros externos. Aún hoy, para la madre, esta cercanía es una forma de prevenir la depresión postparto. Esto es debido a que, ocupándonos así de nuestros pequeños, somos capaces de reconocer más rápidamente las señales que nos hacen conocer sus necesidades, afianzando nuestra propia seguridad en nosotras mismas y de ser buenas madres. Además de las ventajas a nivel psicológico, existen factores bioquímicos que contribuyen a que esto suceda: la secreción de oxitocina se estimula cuando sentimos cerca a nuestros bebés y numerosos estudios afirman que esta hormona ayuda a la madre a llevar mejor los cambios hormonales y emocionales implicados en la maternidad, especialmente durante el puerperio.
En casos en que la lactancia ha sido interrumpida y se quiere volver a recuperar los portabebés son muy recomendables, pues permiten hacer “piel con piel”, recomendado para estimular la oxitocina y animar al bebé a coger el pecho, si es preciso, 24 horas al día.
¿Quieres ver algunos vídeos? Esta página te da unos muy buenos para saber como portear a tu bebé:
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Aqui te dejo una pagina Mexicana preciosa sobre porteo con mucha, mucha información! CargArte
Para cerrar este post te dejo el mejor articulo que yo he leído sobre Porteo, tomate un tiempo para leerlo! La Exterogestacion y la necesidad de ser llevado en brazos