Uno de los grandes mitos dentro de la lactancia es que la leche materna después del sexto mes pierde sus propiedades y ya no le sirve al bebé, que se hace “aguada” y no le proporciona mas nutrientes para crecer y desarrollarse. Cuidado!!! ¿Has escuchado esto? Pues la gente que te ha contado esta gran mentira esta totalmente equivocada!
La Organización Mundial de la Salud y la UNICEF recomiendan Por lo menos 2 años de lactancia materna y de ahí hasta donde la mamá y el bebé lo deseen.
Los anticuerpos se encuentran en la leche humana a través de toda la lactación. De hecho, se ha encontrado que algunos factores en la leche humana aumentan en concentración durante el segundo año de vida y también durante el proceso de destete. La Organización Mundial de la Salud ha manifestado que un aumento modesto en las tasas de amamantamiento podría prevenir hasta un 10% de todas las muertes de niños menores de cinco años; por lo que la lactancia materna juega un papel esencial, y se subestima algunas veces en el tratamiento y prevención de las enfermedades en la infancia. Los niños mayores que amamantan tienen menos enfermedades y cuando se enferman éstas tienen una duración más corta cuando se compara con niños que no han sido lactados.
Una vez los bebés cumplen un año muchas personas comienzan a verlos como grandes, cuando en realidad siguen siendo bebés. Continúan usando pañales, parecen bebés y son bebés. Darle el pecho a un bebé en su segundo año de vida (el primero fue desde su nacimiento a los 12 meses), es una manera legítima de continuar satisfaciendo sus demandas y necesidades. (Dra. Parrilla)
Te voy a contar algunas de las características que tiene la leche materna después del primer año de vida: (450ml de leche)
- 29% de requerimientos de energia
- 43% de requerimientos de Proteinas
- 36% de requerimientos de calcio
- 75% de requerimientos de Vitamina A
- 76% de requerimientos de ácido fólico
- 94% de requerimientos de vitamina B12
- 60% de requerimientos de vitamina C
Aun después del primer año de vida, la leche materna tiene un contenido de grasa relativamente alto comparada con la mayoría de los alimentos complementarios. Es una fuente clave de energía y ácidos grasos esenciales, que tienen una relación directa con el desarrollo cerebral de los niños y sigue siendo el alimento más completo desde el punto de vista nutricional.
La leche materna se adapta a la edad del niño que la toma. Esto quiere decir que a medida que el niño crece la leche aporta más caloríasA pesar de los muchos prejuicios populares en torno a amamantar a niños mayorcitos, no existe ninguna evidencia que asocie la lactancia materna con problemas de desajuste emocional o social.
El sistema inmunológico de un niño madura definitivamente en una edad comprendida entre los 2 y los 6 años de edad. La leche materna es una fuente incomparable de defensas (de hecho la concentración de células inmunológicas en la leche aumenta en el segundo año) por lo que el niño amamantado seguirá beneficiándose del aporte de defensas materno mientras su propio sistema acaba de madurar.
Esto se hace evidente en situación de enfermedad cuando el apetito de los niños por otros alimentos desciende pero la ingesta de leche materna se mantiene. En patologías gastrointestinales sobretodo, supone el mejor recurso de alimentación e hidratación, mejorando la recuperación de los niños.
Se ha constatado también que cuando un niño es vacunado la lactancia materna aumenta la respuesta inmunológica, estimulando aún más el sistema inmunitario del lactante.
La lactancia materna hasta al menos los dos años, y esta es una de las razones más importantes para esta recomendación, protege ante la diabetes tipo 1.
Numerosos estudios sugieren la relación entre la diabetes tipo 1 y la introducción antes del primer año de vida de productos que contienen proteínas de leche de vaca intactas (derivados de la leche no adaptados). (Información de apoyo Bebés y Mas)
A mayor duración de la lactancia, menor riesgo de obesidad y sobrepeso. Se ha demostrado una prevalencia de obesidad a los 5-6 años de edad del 4,5% en niños no amamantados, del 3,8% en los amamantados durante 2 meses, del 2,3% de 3 a 5 meses, del 1,7% los amamantados entre 6 y 12 meses y del 0,8% en aquellos con lactancias superiores al año de edad.
A MAS TIEMPO AMAMANTANDO, MAYORES BENEFICIOS PARA LA MAMÁ TAMBIEN:
La lactancia a demanda retrasa la menstruación en muchas mujeres. Las necesidades de hierro en la dieta materna se reducen a la mitad. Esto hace, además, que el momento de fertilidad se atrase.
Disminuye el riesgo de fracturas por osteoporosis en la edad anciana. Se desconoce la causa pero se ha evidenciado en estudios con personas de edad avanzada que aquellas mujeres que dieron de mamar más tiempo padecen en la actualidad menos fracturas.
Reduce el riesgo de cáncer de mama y ovarios. Por cada 12 meses de aumento de la duración media de lactancia materna en las poblaciones de los países desarrollados se podrían evitar más de 50.000 casos de cáncer. Esto equivale a un 4,6% de disminución de riesgo para una mujer por cada 12 meses que da el pecho.
A todo esto, ¿Hasta cuando amamantar? Como siempre lo digo, hasta que la mamá y el bebé lo deseen PERO que la mala información no sea quien decida cuando parar!
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